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Nuestro primer año en Esperantza

Actualizado: 21 mar

Mensaje de las fundadoras


Por: Genoveva Rodríguez Castañeda

¿Alguna vez has tenido una idea?... Más que eso, ¿Alguna vez has tenido un gran llamado para hacer lo que nace de tu corazón?


Para nosotros, comenzó como una chispa. Después de cuidarlo, hacer conexiones y atraer a más personas, ¡lo hemos convertido en un movimiento Esperantza!


Imaginamos una vida en el extranjero donde los latinos encuentran conexiones y recursos para mejorar sus vidas mientras brindan oportunidades para que los profesionales que viven en el extranjero ingresen a un mercado del primer mundo. Nacimos y nutrimos nuestra idea y la llamamos Esperantza.


La palabra Esperantza es una mezcla de la palabra esperanza y un lenguaje artificial creado para ayudar a la comunicación y traer paz a Europa, esperanto. La palabra esperanza es la fuerza eterna con la que todos nacemos, el motor que nos mantiene en marcha hasta en las horas más oscuras. Esperanto por que a travez del lenguaje unimos a las personas a través de un lenguaje común.


En el mundo de los negocios, hay una tendencia a decir que cualquiera puede tener una buena idea, pero pocos logran transformar una idea en un proyecto exitoso. Esperantza no lo ve de esa forma. Creemos que nustro proyecto nace como un llamado a hacer algo más grande que nosotras, algo así como trabajar para dejar nuestra huella en el mundo. Nuestro autoproclamado “negocio unicornio” se engendra en tiempos difíciles para la humanidad. Nuestra solucion es sencilla, esperamos que al escuchar y conectar a cada persona en con un profesional que apoye sus necesidades, contribuyamos y fortalezcamos a nuestra comunidad.

Cada día que trabajamos vemos una confirmación de esta esperanza en usted y en todas las personas que han apoyado a nuestro proyecto. Comenzamos un solo hilo. En solo un año, nuestra madeja se ha ido tejiendo y nos ha dejado muchas conexiones hermosas entre latinoamericanos. Nuestra meta es seguir tejiendo para que se convierta en red de apoyo

Esperamos apoyar a todos aquellos que de alguna manera se balancean en la cuerda floja cuando migran, aquellos de nosotros que tomamos la difícil decisión de dejar a nuestras familias y amigos en busca de una vida mejor. Y es por eso que auto-aclamamos nuestro negocio como un unicornio. Debido a la gran necesidad, las personas tienen que encontrar apoyo en la salud mental, nuestra búsqueda de nuestra magia trabaja desde adentro para vivir nuestra verdad para que podamos compartir nuestra luz con ustedes.


Las cosas no han sido fáciles. Ha habido mucho aprendizaje para nosotros sobre cómo proporcionar un producto que se destaque y funcione en un mundo donde las personas buscan soluciones rápidas. Hoy queremos agradecerte por creer en nosotros y darnos la oportunidad de conectarte con recursos. En segundo lugar, queremos compartir historias que atesoramos sobre la magia que sucede cuando unimos a las personas y sus mundos.


  • Una de nuestras maestras, con una mente matemática brillante, se quedó en su tierra natal y se convirtió en maestra de primaria en una zona rural de Guatemala. Ella actúa como fuerza inspiradora para los niños con mentes curiosas, y la aman. Sin embargo, las escuelas y universidades no tienen tantos recursos para pagar a sus maestros y, a veces, el dinero es escaso. A través de Esperantza, ha ganado dinero extra enseñando clases de matemáticas a niñas latinas que viven en los Estados Unidos. De esta manera, Esperantza logra empoderar tanto al maestro como al estudiante. Vemos cómo las niñas latinas comienzan a participar activamente en las clases de matemáticas porque tienen la seguridad de revisar en casa lo que no han entendido en la escuela. Al mismo tiempo ayudamos a los maestros a suplementar su salario y tener la estabilidad económica, que es muy importante para asegurar permanencia en el país.

  • Nuestra segunda historia proviene de nuestro alcance comunitario en las redes sociales. Hemos abordado varios temas actuales para informar a nuestros seguidores sobre formas de mejorar nuestras vidas. Algo que llega a casa para la mayoría de nosotros que tenemos hijos en edad escolar en Estados Unidos son los efectos de la intimidación y la violencia. El 4 de noviembre de 2021, conversamos con Rita Cabarrus y María Elena Dávila. Combinaron sus experiencias para definir el problema y describir los cambios que podríamos ver en nuestras escuelas si los maestros, padres y niños trabajaran para apoyarse mutuamente. Rita tiene una trayectoria de 40 años dirigiendo instituciones educativas cuya misión es formar futuros adultos con una comprensión profunda del principio básico de la democracia. Que todos tienen voz y todos merecen ser escuchados. Entonces, si alguien tiene un problema, puede llevarlo al tribunal de justicia dirigido por estudiantes. Cuando se le preguntó sobre el acoso en su clase, un estudiante de la escuela de Rita respondió: "¿Acoso en nuestra escuela? No, estamos aprendiendo a conectarnos y amarnos unos a otros". María Elena se sumergió profundamente en la vida familiar, el papel del trauma y el apoyo necesario tanto para el acosador como para la víctima. Fue un bonito tema pues, se escuchan muchas historias de terror y crueldad. Es lindo saber que cuando se crea comunidad en la escuela entre los padres, maestros y ninos, se refleja en la reducción del acoso.

  • En nuestro nuevo producto TIAS, hablamos con una mujer que viene de ser una persona famosa en su país de origen. Recientemente emigró a los Estados Unidos y se está acostumbrando a su nueva vida. Al principio, en la llamada tenía una actitud negativa. Haciendo listas de sus desgracias, agravadas por el dolor físico que soporta debido al trabajo pesado que ha tenido que hacer. Todos los problemas que describió, estaban teñidos de una lente negativa y sin esperanza. Pero uno de los miembros de nuestro personal pudo reconocer la luz brillante en ella y le hizo ver qué actitudes la detenían de llegar a sus sueños. A veces es todo lo que necesitamos, que alguien nos escuche y nos anime a retomar el camino. Así que al hablar con ella sobre el trabajo que tenía y lo que le gustaba hacer quedó claro que si mejoraba su inglés, podría llegar a cumplir sus metas. La idea de que estaba en sus manos mejorar le dio esperanza. Esta historia, sin embargo, no termina ahí; conectamos a esta persona con una maestra que vive en latinoamerica. Ella supo reconocer la lucha de esta mujer y encontrar un método para ganarse su confianz y nos cuenta: "Transformar un rostro que esconde el dolor en una sonrisa genuina me dio la mayor satisfacción que un maestro puede obtener". Esto se debe a la ley de reciprocidad de la esperanza que dicta que cuando tus acciones brindan esperanza, tu corazón también la recibe.


Recordar estas historias me hizo pensar en mi infancia cuando pasaba los veranos en una granja sin electricidad. Iluminamos la cena y el camino a nuestras habitaciones con velas. Mi momento favorito de la noche era cuando mamá encendía su vela y nos pasaba el fuego para que pudiéramos obtener nuestra propia luz y así guiar nuestro camino. Así se siente el primer año de Esperantza , un año de conocer gente que cree en nuestro proyecto y nos inyecta su energía. Un año de abrir los brazos y decir, robando el texto de Fito Páez, "¿Quién dijo que el mundo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón".


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Por: Soledad Rodas

Al casi un año de haber iniciado la pandemia recibí una llamada que me hizo lanzarme a un mundo que desconocía. Eran dos de mis mejores amigas de la Universidad. Hemos mantenido la amistad después de casi veinte años de habernos graduado y hemos coincidido profesionalmente colaborando en los mismos proyectos… pero esta vez me llamaban por algo muy diferente.

Las tres hemos vivido fuera de nuestros países, lejos de nuestra familia y nuestra cultura. Durante este tiempo, hemos compartido penas tanto como alegrías. Constantemente compartimos y discutimos las dificultades que, como mujeres, profesionales, madres de familia, encontramos al vivir fuera y siempre con el sueño de poder hacer algo para cambiar la realidad de muchos de nuestros connacionales que pasan por lo mismo, o peor aún, que la tienen más difícil que nosotros. Pero esta vez, ya no sólo fue una plática en la que colgamos y seguimos con nuestras vidas. No, esta vez queríamos hacer accionar.


Y fue así como empezamos a soñar con nuestro proyecto de Esperantza. Nuestro propósito es poder servir a tantas personas que tienen gran potencial, personal y profesional, pero que en la vida se ha encontrado obstáculos que les han quitando sueños… pero nosotros queremos darles esa fuerza para ayudarlos a volver a encontrar su camino. A encontrar nuevas ilusiones, a que sanen el pasado y que encuentren las herramientas necesarias para que, desde hoy, puedan ir reencontrándose con ese camino y esos sueños que algún día tuvieron y que todavía tienen para sus hijos.

Este año ha sido de mucho trabajo, de altos y bajos, de dudas, pero también de ilusiones, sueños y de muchísima Esperantza. Hemos conocido gente muy linda, que, a pesar de las dificultades está en busca de una vida mejor y eso ha sido nuestro motor. No tengo más que agradecimiento a aquellas personas que han confiado y creído en nosotros, que nos han escuchado y que comparten nuestra misma ilusión: cambiar vidas.

A todos aquellos que aún no nos conocen, los invito a que lo hagan. Que nos escriban o que nos llamen. Queremos escuchar sus historias y que conozcan las nuestras. Para que juntos empecemos a crear esa comunidad que, en el mundo de hoy, se ha ido perdiendo.

¡Ánimo y que juntos crezcamos de la mano de Esperantza!

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Por: Lucrecia Vizcaino


El Arzobispo Demond Tutu, teólogo sudafricano, al hablar de la diferencia entre esperanza y optimismo, decía que el optimismo es más superficial y sujeto a la posibilidad de convertirse en pesimismo cuando las circunstancias cambian. Lo que hace a las personas seguir luchando por sus ideales y sueños, sostenerse al borde de precipicios, es la esperanza. Decía “La esperanza es mucho más profunda, tiene determinación y es inextinguible ”. Esta idea me llenó de ilusión el día que encontramos el nombre de nuestro proyecto.



Él también decía que el optimismo depende de las emociones, más que de la realidad. En cambio la esperanza no está basada en las emociones, que pueden ser pasajeras, sino en la firmeza de la convicción. Él creía firmemente, al igual que nosotros, que no existe una sola situación sin esperanza.


He regresado varias veces a este discurso, porque el primer año de Esperantza ha estado lleno de eventos, casi mágicos, en los que hemos vivido estas observaciones sobre la esperanza. La hemos visto actuar en nuestras vidas y en las vidas de aquellos que han participado de nuestro proyecto.


Personalmente como mujer, como madre y como hispana en Estados Unidos, me he encontrado en diferentes puntos de la vida, necesitada de recargar mis energías, de buscar un guía y de volver a mis raíces. Esperantza ya ofrece servicios con los que me siento identificada y apoyada.


Como fundadoras, Esperantza nos hace sentido desde lo más profundo de nuestro ser.

Nos permite darle espacio a proveedores de bienestar, que tienen un interés y deseo auténticos de acompañar y proveer esperanza. Que comparten su tiempo, sus recursos y técnicas, para mejorar la calidad de vida de otros. Cuando encontramos personas con esta actitud de vida, decimos que “tiene el espíritu de Esperantza!”.

Nos permite conocer a migrantes, que como nosotras, han pasado o están teniendo experiencias difíciles y sacan la fuerza para pedir ayuda. Sabemos entonces que esta persona está “necesitada de una Esperantza”.

Promover esas conexiones, es la razón de nuestro proyecto.


Durante este año hemos aprendido a ver la esperanza, como un estado de ánimo, como una virtud. La usamos como adjetivo calificativo y hasta como un verbo.

Enfrentar una situación con esperanza, es una elección, se escoge. Es la actitud que nos permite pararnos de frente a las adversidades, sabiendo que pasarán. Curiosamente es una característica común de las personas que prestan un servicio a través de Esperantza y también de aquellas que buscan ayuda en nuestra plataforma. En medio de la adversidad, la esperanza es el idioma emocional en común.


Todas las acciones que hemos tomado como equipo en el último año, nos ha llenado de realizaciones con lo que Esperantza es hoy! Mi intención está puesta en que el próximo año continuaremos dedicándonos con renovada vulnerabilidad y coraje a creer y crecer en este proyecto, que trae esperanza para tod@s.




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