Por Genoveva Rodríguez Castañeda
Viajar a otro país, es una experiencia emocionante. Desempacar tus maletas y plantar tus pies en esta nueva tierra, como madre es un desafío. perder nuestros amigos, nuestros lazos familiares y empezar de nuevo a crear nuestra identidad y conexiones sociales es un trabajo de titanes.
Como migrantes pensamos que todo lo tenemos que lograr por nosotros mismos. Recuerdo a una amiga muy cercana que cuando le dio un derrame a su padre, se encerró en mi familia contra todo el mundo y no acepto apoyo y ayuda en un tiempo en el que necesitas que alguien te lleve que comer, que alguien te vaya a traer a los niños o simplemente que alguien te escuche.
Nosotros,que vivimos fuera de nuestro pais de origen, tenemos algo en común. Pensamos que todo lo podemos solos. Y pensamos que es una de nuestras super cualidades, todo lo que hemos logrado hacer sin apoyo.
Te aseguro que lo que no sabes es que dado a que aprendiste de niño mensajes como “Soy amado si soy independiente”,
“Merezco amor solo si soy útil”
o mi favorita para el día de la madre
“ Amamos a nuestros hijos más que a nosotras mismas porque así me amo mi mamá”.
Estas frases que internalizamos de niños rigen nuestra vida, y si bien nos dan estabilidad y éxito, por dentro nos van enfermando. Es hora de ponernos detrás del volante de nuestras vidas como madres migrantes y aprender que el contrato de ser madre, viene con buscar ayuda y no hacerlo todo solas.
Acá te describo 7 razones por las cuales buscar apoyo psicológico puede ser beneficioso para ti
1. Debes afrontar el estrés de la adaptación.
Entrar a un nuevo país, nuevo trabajo, en un nuevo idioma. Conocer y poder confiar en gente nueva con la que convivimos o trabajamos. Todas estas cosas causan estrés. Nuestros hijos entran a la escuela y tienen una rutina. Nuestros esposos quizá ya tienen trabajo y nosotros nos quedamos en limbo Un terapeuta puede darte consejos prácticos para manejar el estrés de adaptarte a esta nueva vida. El secreto de la resiliencia del que migra, no es su capacidad de adaptarse solo a todo, sino la capacidad de saber cómo, cuándo y donde pedir ayuda.
2. El psicólogo te puede ayudar a navegar los desafíos culturales.
Las diferencias culturales pueden crear tensiones y confusiones que solo están en tu cabeza. Por ejemplo, con una amiga detestábamos que nos dijeran “ I am sorry” asumíamos que la gente nos tenia lastima y nos estaba discriminando al decirnos eso. Me tomo años y estar casada con un americano para aprender que decir I am sorry es más como un “como puedo ayudar” en nuestra cultura. Y es que con todo lo que vivimos al migrar nos infantilizamos, es decir regresamos a miedos y actitudes que teníamos cuando éramos niños. Y toda madre sabe que para ser madre, necesita poder ser adulta y contener a sus hijos. Un psicólogo puede ayudarte a ver las palabras que usan en el nuevo país y las actitudes con una mente abierta. Además de identificar oportunidades para ti, cuando tú ves muros.
3. La terapia es tu mejor amiga y puede ayudarte a no sentirte sola y dejar de aislarte.
75% de ustedes con quienes platicamos el año pasado nos dijo que sentían una gran soledad. Esto es a pesar de tener hijos en casa aun, o de ir a trabajar todos los días. Bien dice que no es lo mismo estar solo que sentirse solo. Un psicólogo puede ayudarte a evaluar tus actitudes con las personas que te rodean y animarte a hacer cambios en tu vida que paso a paso te lleven a sentirte conectado con tu comunidad local.
4. Un psicologo puede ayudarte a superar la culpa y la angustia por la separación.
Muchas madres migrantes experimentamos sentimientos de culpa y angustia por dejar atrás a nuestros seres queridos en el país de origen. Justo en el evento de arte terapia una madre guatemalteca con congoja nos decía que se sentía mal por vivir aquí y ver a sus hijos crecer tan solos, sin primos, tíos y amigos que se vuelven tíos como ella creció en Guatemala. Y es que los duelos migratorios son recurrentes.
Creíamos que ya estábamos adaptadas porque llevamos 30 años de vivir aquí, cuando de repente nos viene la congoja de que nuestros hijos no están creciendo como los primos que se quedaron allá. Un psicólogo puede ayudarte a liberarte de estos sentimientos que pesan en tu mochila y solo te llenan de infelicidad y cansancio.
5. Un psicólogo te puede ayudar a gestionar el estrés de ser madre.
Ser madre en nuestra tierra natal es un contrato social, nos metemos a ser madres sabiendo que contamos con las abuelitas, tías, amigas para darnos sus consejos, cuidarnos a los hijos y dejarnos descansar de cuando en cuando. Pero ser madre en este país nuevo, en el que la cultura promueve que cada casa vive por sus propias pistolas es un desafío enorme. Peor si, como yo, criamos hijos abrazando dos culturas distintas. Buscar ayuda terapéutica puede ayudarte a gestionar de una mejor forma el estrés parental y desarrollar habilidades de crianza que se adapten a tu nuevo entorno. En el caso de tener dos culturas distintas, un terapeuta puede ser esa persona neutra que te ayuda a asentar bases en común para criar a los hijos, y así evitar tantos pleitos con tu pareja.
6. Un psicólogo puede ayudarte a explorar tu identidad cultural y la de tus hijos.
Adaptarse y aculturarse, implica negociar y contestar preguntas existenciales sobre cuál es tu identidad cultural. A michos nos deja en el sentimiento clásico ni de aquí ni de allá. ¿Ahora imagínate si tu estas con estas preguntas existenciales, cual es la identidad cultural de tus hijos? Yo estoy tan confundida que mi hijo juraba y perjuraba que había nacido en Guatemala, me toco ensenarle su partida de nacimiento para que me creyera que el era americano de nacimiento. Esto se puede volver una lucha de poder innecesaria con tus hijos cuando se vuelven adolescentes. Te toca abrazar las dos culturas y ser feliz con la traducción y adopción de cultura que tus hijos decidieron tomar para ellos de ti y la que toman del ambiente en el que se desarrollan. Con temas tan profundos como tu identidad, te toca trabajar mucho a tu niño interior y soltar la necesidad de tener el control. Estos son temas que un psicólogo puede ayudarte a trabajar, para que finalmente tengas paz con quién eres aquí en donde vives ahora.
7. Las terapias pueden apoyarte a prevenir o manejar problemas de salud mental en ti o en tus hijos.
Es imperativo que busques apoyo psicológico si tienes algún diagnóstico de problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad. Seguir como si nada es como seguir en tu auto con los neumáticos desinflados y la señal de que tienes baja la llanta. ¿Tanto tu como el auto van a seguir andando, pero a que costo? ¿Con que danos permanentes? Y si piensas tanto en tus hijos, piensa en el costo que les estas cobrando a ellos al seguir arrastrando la vida, levantándote y dando tu “todo” cuando no tienes nada para dar, cuando lo que quieres es quedarte en la cama y no hablar con nadie. O cuando la ansiedad te hace correr al baño a cada rato. Aquí es cuando el asistente del avión te dice, ponte la mascarilla de oxígeno (haz tu cita con el terapeuta) antes de ayudar a alguien más. Lo que trabajes con un psicólogo fomentara rutinas de autocuidado que promueven tu bienestar emocional no solo temporalmente, sino para siempre. ¿Y si crees que no es suficiente razón para buscar terapia? Lee este blog para enterarte de los estragos y las enfermedades crónicas que la depresión y la ansiedad pueden causar en tu cuerpo.
En Resumen, buscar apoyo psicológico es una decisión valiente y empoderadora para las madres migrantes. Puesto que enfrentamos una serie de desafíos únicos, a los que nunca le ponemos atención. Al hacerlo estas tomando medidas proactivas para cuidar tu bienestar emocional, que a su vez alimenta bienestar para tus hijos y te ayuda a construir una vida satisfactoria en tu hogar.
Recuerda, no estas sola. Si eres una madre migrante que enfrenta dificultades, no dudes en buscar ayuda profesional. Tu bienestar emocional es importante y merece estar como tu prioridad.
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