Por: Genoveva Rodriguez-Castañeda
¿Alguna vez te has preguntado cómo tu pasado está moldeando tu presente?
Imagina esto: acabas de despertar y enfrentas un nuevo día. El pasado queda atrás, mientras que el futuro se despliega lleno de oportunidades. Sin embargo, el pasado nunca nos deja completamente. Está con nosotros y, de alguna manera, influye en cómo vivimos el presente. Nuestro pasado determina cómo amamos y cómo nos relacionamos.
Desde pequeños, aprendemos sobre el amor a través de nuestras primeras experiencias. La familia en la que crecimos nos enseña, de manera consciente o inconsciente, sobre el amor, el cuidado y las relaciones. De niños tenemos dos necesidades fundamentales: pertenecer y ser auténticos. En muchos hogares aprendemos que para pertenecer debemos abandonar nuestra autenticidad. Frases como “no te quejes” o “deja de llorar” nos enseñan a priorizar las expectativas de los demás sobre nuestras propias necesidades emocionales.
Al crecer, interiorizamos cómo dar y recibir amor, cómo manejar conflictos y cómo comunicar nuestras necesidades. Antes de cumplir dos años desarrollamos nuestro estilo de apego, que define cómo abordamos nuestras relaciones y nuestras conexiones emocionales. Aunque intentemos distanciarnos de nuestro pasado, éste sigue influyendo en nuestras interacciones amorosas.
Las experiencias de tus padres (o quienes te cuidaron cuando eras un niño) , ya sean positivas o negativas, te han enseñado sobre el amor, no sólo por lo que dijeron, sino por lo que observaron. Aun si estás decidido a no repetir los errores de tus padres, cambiar patrones arraigados en tu mente, no es sencillo. Muchas veces, lo que aprendimos sobre el amor está escondido en rincones profundos de nuestra mente: la falta de respeto, el miedo, el abuso. Si no exploramos estos patrones, corremos el riesgo de que influyan en nuestra vida amorosa de manera inconsciente.
Buscar terapia es un acto de valentía.
Enfrentar el pasado puede ser doloroso y desconcertante y a menudo preferimos ignorar el pasado y seguir adelante, como canta José José: "Ya lo pasado, pasado". Sin embargo, explorar nuestro pasado no significa que estemos dañados o perdidos. De hecho, como una de nuestras clientas señala, “sanar es siempre posible”. Muchas personas que crecieron en ambientes disfuncionales han logrado convertirse en individuos generosos y dedicados a sus familias con el apoyo adecuado.
Una relación íntima y saludable con tu pareja es siempre posible si ambos están comprometidos a explorar su pasado con compasión y honestidad. Este compromiso no es un ejercicio de una sola vez, sino un hábito de vida. Conozco de primera mano los efectos de crecer en una familia disfuncional marcada por adicción, infidelidad y violencia. Pero eso no significa que debamos repetir esos patrones, al contrario, es una oportunidad para profundizar en nuestras experiencias y cambiar lo que no nos sirve.
El Dr. Terrence Real compara las familias disfuncionales con un incendio forestal que arrasa generación tras generación hasta que alguien se atreve a enfrentar las llamas. Esta persona trae paz a sus antepasados y libera a las futuras generaciones.
Romper patrones familiares no es fácil. A veces me frustro cuando no logro comunicarme bien con mi pareja, pero pienso en la oportunidad de traer paz a mis ancestros y construir un futuro mejor para quienes vienen después de mí.
Recibir terapia para enfrentar nuestro pasado y ser honestos con nosotros mismos nos coloca en una posición privilegiada para forjar relaciones sanas con nuestra pareja e hijos, tanto ahora como en el futuro. La única forma de vencer el incendio transgeneracional es atravesar las llamas para apagar el fuego.
Quizás te estés preguntando ¿cómo cambiar y forjar un nuevo camino?. Tal vez ya has demostrado tu capacidad para adaptarte al salir de tu país y comenzar una nueva vida. Sin embargo, para que tu pasado no determine tu futuro, debes desarrollar una autoconciencia que te permita identificar cómo tu historia está influyendo en tus relaciones actuales. Aunque el proceso es desafiante, un profesional puede ayudarte a explorar tu pasado, conectar con tu niño interior y, una vez que entiendas tus patrones tendrás el poder de decidir cómo quieres relacionarte.
Recibir terapia para sanar tu pasado ofrece numerosos beneficios, entre los cuales destacan:
Reconocimiento y comprensión de patrones: muchas disputas son cíclicas y suelen ser parte de patrones recurrentes con nuestra pareja o hijos. Al comprender cómo tu pasado influye en tus conflictos actuales, podrás tomar decisiones conscientes y modificar tus reacciones automáticas, rompiendo así los ciclos de confrontación.
Entendimiento más profundo de tus emociones: al conocer mejor tus emociones, podrás manejarlas con mayor eficacia, evitando que te afecten negativamente o lastimen a tus seres queridos. La combinación de autocompasión y entendimiento sobre lo que has vivido te permitirá gestionar tus emociones de manera más saludable.
Mejora en la comunicación y relaciones: al conocerte mejor te resultará más fácil abrirte a tus seres queridos, lo que fomentará relaciones más profundas y honestas. Esto resulta en diálogos más efectivos con tu pareja, hijos y amigos, fortaleciendo el vínculo con ellos.
Conexión auténtica con tus seres queridos: sanar tu pasado te permite conectar de manera más genuina con quienes te rodean, ya que reduces la tendencia a proyectar problemas no resueltos sobre ellos. Esto facilita relaciones más auténticas y satisfactorias.
En definitiva, la terapia no solo te ayuda a sanar, sino que también transforma la forma en que te relacionas con el mundo, creando un entorno más armonioso y enriquecedor.
Recuerda, lo importante que estás haciendo cuando buscas terapia, estás sanando generaciones pasadas y dándole un nuevo comienzo a las futuras generaciones . El cambio es posible. El primer paso es reconocer y enfrentar lo que llevas contigo, y con el apoyo adecuado, puedes transformar tus relaciones y tu vida para mejor.
No tienes por qué enfrentar las llamas sólo, llámanos o escribenos por WhatsApp al
(206) 705-3018.
Te pondremos en manos de profesionales que te ayudaran a pasar del otro lado del fuego.
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